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Las 5 cualidades imprescindibles del (buen) portavoz

La formación de portavoces es hoy más necesaria que nunca. Vivimos en un mundo cada vez más tecnológico y veloz, y la comunicación ha pasado a ser lo más humano de las marcas.

Lograr que los clientes te elijan a ti frente a la competencia depende, en gran medida, de la capacidad que tengas para construir una comunicación eficaz y proyectarla adecuadamente ante tu público. Por eso es imprescindible que las empresas, independientemente de su tamaño y actividad, cuenten con una persona que la represente, de manera adecuada, ante sus clientes, prescriptores, y ante los medios de comunicación. Es la figura del portavoz.

El público al que te diriges valora la calidad de tu producto y servicio, pero también valora la imagen que proyecta tu empresa en el mercado. Para poder ser percibidos de manera profesional y coherente es necesario que el público identifique tu marca con una figura “institucional” o portavoz, que esté representada por una persona con credibilidad y, sin duda, que cuente con las habilidades de comunicación verbal y no verbal para que su mensaje genere confianza y reputación positiva. Además, el portavoz también debe saber interactuar con los medios de comunicación, que serán los altavoces para que los mensajes lleguen de forma óptima a través de los diferentes soportes informativos (televisión, radio, prensa escrita y digital).

Ahora bien, ¿sabes cuáles son las cualidades que debe cumplir todo buen portavoz para que su misión tenga éxito? Aquí te presentamos cinco imprescindibles que no debes perder de vista:

1. Cercanía: debe proyectar una gran profesionalidad, pero es importante que lo haga con cercanía para eliminar las posibles barreras entre la empresa y el público objetivo.
2. Lenguaje verbal directo y claro: además de conocer en profundidad todas las aristas de la actividad de la empresa, debe trasladar los mensajes al público de manera directa y concisa. Es necesario que sepa estructurar adecuadamente los mensajes, por orden de prioridad, y que sea preciso a la hora de abordar la información.
3. Comunicación no verbal coherente: esta es una de las habilidades más potentes de cualquier portavoz. La manera en que se muestra al público, los gestos y movimientos, el contacto visual, y el dominio sobre el espacio son determinantes para que el mensaje llegue correctamente. No olvidemos que el 70% de la información que transmitimos a los demás llega a través de nuestro lenguaje no verbal.
4. Honestidad: debe decir siempre la verdad y no entrar en temas de los que no disponga de información. Es preferible reconocer que no tiene un determinado dato a que improvise o “invente” una información.
5. Credibilidad: aunque ésta depende de muchos factores, la credibilidad y el reconocimiento del público se logra a través de las 4 cualidades anteriores y de su grado de conocimiento sobre el tema específico que está comunicando.

A lo largo de 2018 y 2019, en MISUQUI hemos implementado nuestra área de formación in company para empresas e instituciones. Atendiendo a la necesidad de nuestros clientes de formar a sus directivos y equipos de trabajo en materia de oratoria, portavocía y habilidades de comunicación verbal y no verbal, diseñamos para empresas de diferentes sectores (farmacéutico, marketing, institucional y educativo) programas de formación a medida para equipos profesionales de ámbito autonómico y nacional. Nuestra experiencia de más de 15 años en el área de formación nos permitió alcanzar el objetivo de nuestros clientes: desarrollar la capacidad de comunicación de sus equipos y guiarles en la construcción de una óptima marca personal para mejorar su posicionamiento en el mercado y agregar valor a la empresa frente a la competencia.

Si quieres saber cómo podemos ayudarte desde MISUQUI a ser un gran portavoz, visita nuestro Conversatorio.


— Julia Tábora, September 9th, 2019

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