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3 claves + 1 para mejorar el clima laboral en tu empresa

Todos sabemos que el cumplimiento de los objetivos empresariales es la razón de ser de cualquier compañía, pero ¿cómo lo logramos?, ¿gracias a nuestro equipo o a costa de él?

El síndrome del trabajador quemado (burnout) acaba de ser reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como enfermedad laboral. Este “síndrome de desgaste profesional” está asociado al estrés crónico en el trabajo y se caracteriza por un deterioro emocional y físico, despersonalización de las tareas y un bajo rendimiento en el desempeño profesional.

Si eres responsable de liderar un equipo de trabajo debes saber que la comunicación interpersonal es un factor clave que incide en la salud de las personas y se manifiesta cada día en el clima laboral de la empresa. Un líder con buenas habilidades de comunicación puede detectar a tiempo si sus empleados están comenzando un proceso de desgaste físico o emocional y les tenderá la mano para poner solución lo antes posible.

¿Alguna vez has preguntado a las que personas con las que trabajas si se sienten reconocidas y motivadas?, ¿si quieren aportar nuevas ideas y cómo las llevarían a cabo?, o simplemente, ¿te has tomado unos minutos para conocer sus inquietudes y capacidades más allá de las responsabilidades concretas de su puesto de trabajo?

Si tu liderazgo está enfocado a construir una organización saludable y productiva a partes iguales, entonces es hora de formular estas preguntas y de poner en marcha una serie de estrategias sencillas pero efectivas que repercutirán en el bienestar del equipo y en el clima laboral de tu organización.

1. Fomenta la asertividad: La empresa no es una democracia pero fomentar la comunicación participativa y dejar que la gente se exprese con libertad y respeto es la base para construir relaciones profesionales sanas. Como líderes, ser asertivos, es decir, ser capaces de decir lo que pensamos de manera congruente y directa nos sitúa en el punto de equilibrio entre la pasividad y la agresividad. De la misma manera, proponer momentos y espacios para que el equipo también tenga la oportunidad de expresarse contribuye a poner en valor aspectos importantes de lo que ocurre internamente en la empresa con respeto, seguridad y sin miedo.

2. Escucha, pero de verdad: La escucha activa es una habilidad que permite entender lo que los demás nos están diciendo teniendo en cuenta sus palabras pero también muchos otros aspectos a los que, en la mayoría de ocasiones, no prestamos atención. Se trata de la capacidad de “leer entre líneas” y para desarrollarla, debemos ser receptivos a la comunicación no verbal, a las emociones e incluso a los silencios del otro. En el caso de las organizaciones, cuando el líder desarrolla la escucha activa como estrategia de comunicación está ayudando a prevenir situaciones de desgaste emocional o físico, de manera que se puedan llevar a cabo medidas de corrección, al tiempo que aumenta el sentimiento de pertenencia de los empleados y se fortalece su compromiso con respecto a la empresa.

3. Abre canales de comunicación e interacción: Para que la asertividad y la escucha activa formen parte de la comunicación interna de la empresa y se consoliden como herramientas propias de la cultura corporativa es necesario crear canales concretos para que estos se puedan desarrollar y mantener en el tiempo de manera efectiva y práctica. Estos canales deben adaptarse a las necesidades y recursos de la empresa, pero en todo caso, hablamos de herramientas que no son difíciles de implementar, aunque sí necesitan un seguimiento y compromiso adecuado para que no se queden sólo en buenas intenciones. Algunas de las vías que os recomendamos son las siguientes:

- Encuestas internas para conocer la percepción del clima laboral entre los empleados con preguntas cerradas y abiertas para que la gente se exprese con libertad y se obtenga la mayor información posible, no sólo desde un punto de vista técnico, sino también humano.

- Reuniones tête-à-tête o cara a cara con los empleados, o con pequeños grupos, para conocer en profundidad tanto los aspectos que proponen mejorar como los aquellos que consideran que están funcionando notablemente. De esta manera se favorece una cultura colaborativa que ayudará a reforzar la confianza y la autoestima de cada empleado.

- Reconocimiento 4.0, es decir, comunicar el esfuerzo, las fortalezas y éxitos del equipo aprovechando las nuevas tecnologías y medios sociales. De esta manera, conectas con los empleados -los mejores embajadores de la empresa- de una forma dinámica y atractiva. Cuando reconozcas la labor de tus empleados, además de los tradicionales galardones o bonificaciones, puedes optar por un enfoque creativo y grabar un pequeño vídeo felicitando al equipo o hacerlo en colaboración con ellos y subirlo a la intranet o a las redes sociales corporativas.

- Buzón electrónico: Convierte el tradicional “Buzón interno” en un buzón electrónico o foro digital corporativo para que el equipo envíe correos electrónicos con sugerencias, ideas o recomendaciones razonables que mejoren en clima laboral.

- Formación y actividades creativas: Incorporar a la rutina mensual de la empresa un tiempo para realizar acciones formativas (cursos y talleres no sólo de crecimiento profesional, sino también personal) y proponer dinámicas de grupo o actividades de trabajo en equipo forma parte del “salario emocional” de las personas y, en general, tienen un gran reconocimiento por parte de los empleados.

Por último, queremos compartir contigo una última reflexión. Se trata de una frase del empresario norteamericano Jim Rohn acerca del liderazgo que esperamos pueda servirte como fuente inspiración para tus próximos retos profesionales:

“El desafío del liderazgo es ser fuerte, pero no grosero; ser amable, pero no débil, ser valiente, pero no intimidar; ser reflexivo, pero no perezoso; ser humilde, pero no tímido, sentirse orgulloso, pero no arrogante; tener humor, pero sin locura”.


— Julia Tábora, June 3rd, 2019

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